El tarot, ese misterioso y apasionante universo cargado de símbolos, ha inspirado esta colección de vestidos de baño. Entre todas sus cartas, dos destacan por su fuerza enigmática y su dualidad: La Luna y El Sol. Más allá de su clásico emparejamiento como opuestos, su encuentro refleja un equilibrio armónico: cuando la luz de la estrella y el resplandor del satélite se proyectan sobre el agua, nace un ocaso poético que nos habla de unión, deseo y transformación. Juntos, se convierten en una metáfora de los amantes: la dualidad que se complementa, lo oculto que se ilumina. La Luna, con su aura cambiante y misteriosa, transmite mensajes de transformación, intuición y enigma. En contraste, El Sol irradia claridad, felicidad, éxito y victoria. Esta tensión y armonía se convierten en el hilo conductor de la colección, dando lugar a un lenguaje visual que se expresa en siluetas, colores y texturas. En el desarrollo de la colección, la Luna inspira piezas con transparencias, tonos profundos y detalles que evocan lo místico, lo nocturno y lo introspectivo. El Sol, en cambio, se traduce en formas más abiertas, cortes que resaltan la vitalidad y colores luminosos que irradian energía y celebración.